Recientemente se han presentado alertas en relación a la presencia de sustancias tóxicas en productos de belleza y de uso personal, particularmente los de cuidado del cabello. La Administración Federal de Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) hizo públicos informes que muestran niveles de benceno por encima de los permitidos en un lote de champú seco de distintas marcas producidas por Unilever, lo cual llevó a este fabricante a realizar el “retiro voluntario” de los productos.
El benceno es un hidrocarburo (derivado del petróleo), utilizado en múltiples procesos industriales, entre ellos en la producción de combustibles y es considerado como cancerígeno. Puede ser absorbido por ingestión, a través de la piel y la respiración y tiene afinidad por la médula ósea, por lo que sus efectos más importantes para la salud son las enfermedades de la sangre, entre ellas la leucemia.
En este caso, el benceno es usado por lo regular como propelente, es decir, para darle presión a los productos en presentación de spray. No obstante, los niveles de benceno encontrados en ese lote de champú seco supera los niveles aceptados como “seguros” en la legislación estadounidense.
Situación repetitiva.
Esta situación no es nueva, ya a finales de 2021 Procter & Gamble hizo el “retiro voluntario” de un lote de champú seco en Estados Unidos por las mismas razones una vez que la FDA hiciera las respectivas investigaciones.
¿Belleza o enfermedad?
Los productos de belleza, sobre todo los utilizados para tratamientos del cabello contienen gran cantidad de compuestos químicos que pueden ser tóxicos al contacto con la piel y al ser inhalados, sobre todo cuando son sometidos a altas temperaturas. En octubre pasado investigadores del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos mostraron una asociación entre el cáncer de útero y el uso de alisadores del cabello de forma prolongada. Otros productos con riesgo de causar daños a la salud son los tintes, queratina, resinas de uñas, entre otros.
¿Cómo disminuir la exposición?
Es importante dejar claro que los productos mencionados pueden afectar la salud de las personas que los usan, pero también son nocivos para aquellas que los aplican. Hombres y mujeres que trabajan en salones de belleza se exponen diariamente a la inhalación y el contacto, sobre todo en aquellos sitios donde no existe una adecuada ventilación, provocando en usuarios y aplicadores síntomas como dolor de cabeza, mareos, tos, dificultad respiratoria, ardor en la piel, entre otros.
Es de suma importancia crear conciencia en la población acerca de los riesgos que tienen los productos de belleza y tratamientos del cabello, uñas, etc., así como guardar las medidas de prevención correctas en los establecimientos donde se aplican estos tratamientos. Adicionalmente, las autoridades nacionales deben tomar en cuenta las alertas de organismos con credibilidad internacional como la FDA para emitir nuestras propias regulaciones y proteger la salud de todos.
DR JESUS BOADAS
Toxicólogo Clínico
@toxicologiard
