Desde muy pequeños cuando nos amamantamos y hasta los primeros años de vida, somos capaces de regular la ingesta energética para ajustarla a las necesidades del organismo. Sin embargo, los factores externos puede afectar esa autorregulación llevándonos a comer más de lo necesario y provocando un exceso continuo que a largo plazo puede causar obesidad.
Por ello resulta primordial conservar la regulación de la ingesta alimentaria y para esto, te brindamos unos consejos para que los niños autorregulen adecuadamente lo que comen. Los padres y adultos que rodeamos a los niños podemos no interferir en la autorregulación innata de la siguiente manera:
- No dar alimentos como premio ni vincular un evento alimenticio a una recompensa.
- No estimular el consumo de algunos alimentos accediendo al consumo de otros como premio. Por ejemplo: si comes el plato de vegetales te permito comer un chocolate después.
- No obligar a comer todo el plato, sino dejar que se coma hasta donde desea.
- No obligar a los niños a permanecer largo tiempo en la mesa, pues los niños no tienen los mismos tiempos que los adultos y el hecho de permanecer con comida en frente por largo tiempo puede llevar al sobreconsumo.
- No atender en exceso lo que el niño come o deja de consumir. Por ejemplo: no expresar una preocupación excesiva si el niño no quiere comer un día como así tampoco, prohibir alimentos y restringirlos en la dieta del pequeño.
Estos son valiosos consejos para no alterar la autorregulación que el cuerpo trae desde que nacemos para ingerir lo que necesita. Es claro que el ambiente y demás factores inciden en nuestra conducta alimentaria, pero siempre que podamos influir lo menos posible y no incitar al sobreconsumo estaremos evitando un mayor riesgo de sobrepeso u obesidad en los niños.